Más de una ocasión seguro te has encontrado con esta duda y es comprensible cuando estamos comenzando la aventura de un negocio propio. Es más, te apostamos que en más de una ocasión has estado a punto de escribirle a un famoso YouTuber o influencer en Instagram para preguntarle el costo de sus servicios. ¿Cierto?
Te podemos decir qué si bien un influencer tiene la facilidad de llegar más rápido a las que podrían ser tus audiencias objetivo y en determinado momento influir para que tu negocio despegue online y offline, la realidad es que nada de esto servirá si no tienes al menos una idea de la estrategia que deberán seguir ambos, tu negocio y el influencer, para lograr esos objetivos que te has planteado.
Es en este punto donde vale la pena ir al origen de las cosas y recordarte que el contenido es el Rey. No hay nada que se le compare, sobre todo porque tus públicos objetivos quieren saber más de ti, conocer lo que haces y la reputación que puedes tener. Si tú no comienzas por desvelar estas interrogantes a tus seguidores, de muy poco valdrá todo lo que un influencer pueda venir a hacer para apoyarte.
Ahora, no necesariamente porque un influencer diga el nombre de tu marca, la apoye diciendo una frase “llegadora” o algún slogan, te estará apoyando. Debes analizar qué deseas hacer y cuáles son tus objetivos inmediatos. Si vas a elegir un influencer, éste debe ser acorde al público al que deseas llegar y no sólo porque esté de moda. Es decir, si tu público objetivo está en un promedio de edad entre 36 y 45 años, pues debes empaparte bien de quiénes son los “influencers” que serán afines a sus gustos.
Una vez que lo selecciones, viene la parte complicada, ¿qué contenido realizarán juntos para que tu marca despegue? ¿Él hará el contenido o tú le dirás exactamente lo que necesitas para que te ayude? Recuerda que tu estrategia de contenido no puede basarse solamente en hacer un anuncio publicitario para que te consuman o compren; más bien debe venir cargada de sentido lógico, de conocimiento de tu marca y su nicho de mercado, de su filosofía, etcétera.
Entre más contenido y elementos tengas claros y sólidos, para que tú y el influencer trabajen, tu marca, negocio o servicio será el beneficiado. Será un trabajo en conjunto y con cierto riesgo.
Pero si tu fuerte aún no es el presupuesto holgado para contratar a un influencer, pues quizá tampoco sea hora de ir a los brazos de ellos; mejor, apuesta por generar contenido tú mismo, diviértete creándolo y conviértete en un influencer de tu propio negocio (muchos lo han hecho), para que ambos crezcan de la mano, porque “un buen contenido, siempre será el Rey”.